Y tú, ¿qué clase de comprador de perfumes eres?

por Regia

EL NOSTÁLGICO
Para él, cualquier tiempo pasado fue mejor. Viste de sastre, escribe cartas con pluma, no tiene Netflix (pero sí una gran biblioteca), Tinder le parece el ocaso de la civilización, y ordena los discos de vinilo según género y sello. No es ludita, pero casi; prefiere lo analógico a lo digital, y encuentra en los perfumes una máquina del tiempo para viajar a otras épocas más interesantes. En Perfumerías Regia le recomendamos Cairo de Penhaligon’s, que remite a la puesta de sol sobre una ciudadela antigua, a minaretes y gemas, a maderas y especias. Rosa de Damasco, azafrán, incienso, vainilla y pachulí en el perfecto perfume unisex para amantes de la Historia.

EL RUPTURISTA
Llevó falda antes que Miguel Bosé, descubrió Ibiza cuando todo era campo, cree en el amor libre y honesto, se ha reinventado varias veces y detesta las convenciones sociales. Ha dejado de ver telediarios (prefiere la poesía) y necesita cada vez más a la Naturaleza. En Rei Kawakubo, cabeza pensante de Comme des Garçons, encuentra un alma gemela: asocial, irónica, inteligente, desafiante. Copper es, ante todo, un interrogatorio: ¿qué nos hace diferentes? ¿qué tenemos en común con el resto de la sociedad? Gálbano, pimienta, jengibre, ámbar y mirra conviven en un recipiente de cobre, metal tan alquímico y subversivo como la misma Kawakubo.

EL QUE HA CAMBIADO DE VIDA
Dejó a su pareja, se despidió de su empleo, ha alquilado un piso en un barrio junto al mar y estrena nuevo corte de pelo. Su vida huele a recién pintado, y en la mirada tiene el vértigo y la ilusión de los comienzos. Necesita algo muy, muy especial, un nuevo clásico, como Angeliques Sous la Pluie, de Jean-Claude Ellena para Frederic Malle. Tierna como una película de la nouvelle vague, valiente como los héroes de Pixar. Enebro, cilantro, rosa, musgo, cedro: caminar por un bosque muy húmedo donde los árboles nos protegen.

LA MELÓMANA
Necesita la música para vivir. Se gastó una fortuna en un equipo de alta fidelidad, estuvo horas probando ubicaciones para los altavoces, viaja para ver sus óperas y lieders preferidas, y nada le hace más ilusión que una buena tienda de discos en Viena o Berlín. Lo primero que hace al levantarse es elegir qué LP va a escuchar (sigue prefiriendo los ábumes a las canciones sueltas), y por la calle silba sin darse cuenta. No tiene manías: le gusta todo lo bueno, de Wagner a Camarón, de Radiohead a Anita O’Day. Su momento preferido del día -aparte de esos primeros segundos de la canción preferida escuchada mil veces antes- es la ducha y el momento de perfumarse con Slow Dance de Byredo.

EL ECOLOGISTA
Vive en una casa de piedra en un pueblo con escuela y un solo bar, y solo pisa la gran ciudad una vez cada seis meses. Compra libros, regalos para sus vecinos, primeras ediciones de Thoreau y Whitman, y se deja tentar por un capricho burgués pero irresistible: los perfumes. Se sentiría como en casa con Balinesque (Olibere), Gipsy Water (Byredo), Silver Mountain (Creed), Wonderwood (Comme des Garçons) o L’Ombre dans l’eau (Diptyque) pero al final se decide por algo muy especial para su salón: la vela Mon Beau Sapin de Maison Francis Kurkdjian, con su aroma inconfundible a resina de pino y Navidad infantil.

LA SIBARITA
Solo le gusta lo mejor: pañuelos de Drake’s, mocasines de JM Weston, bolsos de Hermès, calcetines de Falke, jerséis de Loro Piana, faldas de Brunello Cucinelli, camisas de Charvet, auriculares Bose, bufandas de Loewe, mantas de Ezcaray, backgammon de Dunhill, sombreros de Mühlbauer. Lo tiene todo clarísimo, vaya, y es imposible hacerle un regalo por Navidad. Pero no hay problema, porque ya se lo compra ella misma: Dark Lord de By Kilian es un perfume masculino, lo que no hace sino agradarle aún más, y sus notas tienen tanto aplomo como sus decisiones: cuero, vetiver, ron, bergamota, pimienta, jazmín.

EL DE BUENA MESA
No te extrañe si le llamas ‘foodie’ y se gira dejándote con la palabra en la boca. Para él es el peor insulto posible. No le interesa la gastronomía, sino la comida, y no lee las críticas antes de sentarse a una mesa, solo se fía de los manteles que llevan años y años creando lealtades. Lee a Luján, Perucho, Pla, y le gusta comer solo. Uno de sus países preferidos es, claro, Italia, especialmente el Piamonte, donde carga el coche de quesos y vinos. Soleil d’Italie, de Mancera huele a Bergamota de Calabria, naranja amarga, cedro, ámbar gris y aceite de gaiac.

LA VIAJERA
Nada le gusta más que una buena historia, y tiene comprobado que los viajes que más recuerda son los que están plagados de ellas. Ha olvidado los hoteles y los museos, pero no las conversaciones en la plaza ni el dueño de la barca que llevaba de orilla a orilla. Como además ama los perfumes, sabe que esta primavera visitará Grasse, la cuna del oficio. Perris encargó a Jean-Claude Ellena, el nariz contemporáneo más icónico, un homenaje a esa ciudad. “Más que un perfumista, me considero un escritor de aromas. De niño cosechaba con mi abuela rosas y jazmín al amanecer. Con ella aprendí a respetar la naturaleza”. Jasmin de Pays contiene también clavo y almizcle.

 

[Artículo publicado por Marta Dominguez en la revista Regia]

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